Reseña X-Men: Dark Phoenix


Todo lo que inicia tiene un final. Esa es una de las leyes básicas de la vida en muchos sentidos. Desde el concepto de la vida humana, hasta pasar por los fenómenos cinematográficos y de otras vertientes. X-Men puede considerarse como uno de estos eventos. Iniciando en el año 2000 con una cinta que simplemente buscaba adaptar uno de los equipos de super héroes más conocidos de la historia pero que sin que lo notáramos serían los que armarían el primer gran universo cinematográfico de héroes. Tal vez cometieron errores cuestionables que desencadenaron en varias líneas de tiempo y en reinicios mientras buscaban conservar lo formado. Para bien o para mal, muchos aprendieron de esos errores, entre ellos la misma marvel cuando decidiera iniciar su universo personal. Ahora llegando a la última entrega de la franquicia y a la considerable segunda adaptación de la historia del Dark Phoenix a la gran pantalla, solo queda ver si resulta en un cierre digno para la franquicia y su universo u solamente una desagradable despedida. Hablaremos hoy de X Men Dark Phoenix.


Hace unos cuantos años ya se había utilizado el concepto de la historia del Dark Phoenix en la fallida tercera entrega de la trilogía original. Muchas malas decisiones y tratar esta trama como un repercutir secundario de una trama menos interesante como protagonista de aquella entrena condenaron a La batalla final a ser un fracaso enorme para fanáticos como críticos. Después del reinicio de Días futuros pasados los personajes han cambiado, la historia se rescribe y muchos eventos ocurren de manera diferente, es aquí donde entra esta última cinta que igual funge como un cierre de franquicia. La trama, para quienes aún no lo sepan, se enfoca en Jean Grey. Durante una misión de rescate en el espacio, Jean casi muere al ser alcanzada por una misteriosa fuerza cósmica. Cuando regresa a casa, esa radiación la ha hecho más poderosa, pero mucho más inestable. Jean cae en una espiral fuera de control haciendo daño a aquellos que más quiere, despertando en su interior a algo que se hace llamar la fénix.

Con esta trama se desarrolla una cinta que realmente requiere que hayas visto las películas, o más bien 3 de ellas para entender bien lo que ocurre. Primera generación, Días futuros pasados y Apocalipsis son necesarias para poder llevar esta cinta. No tanto por que todo el tiempo estén repercutiendo cosas, pero si es necesario verlas para entender a los personajes pues en esta cinta no se enfocara en las relaciones de cada uno entre sí, no veremos orígenes más allá del fénix, todo ya está establecido y por lo tanto llevara un tratamiento muy menor con personajes que no sean los 3 principales.

La cinta tiene virtudes notables, las cuales pienso destacar primero ya que, por desgracia ay algunas negativas que resaltan un poco más. Primero que nada, debo decir que las actuaciones en general resultan decentes y otras como la de Sophie Turner en verdad son para darles un sobre saliente. La actriz entrega una Jean Grey creíble y conflictuada tras el despertar de este poder descomunal. Podemos ver su temor y a la vez su lento descenso hacia la corrupción de la misma energía que la domina. Lo mismo ocurre con James McAvoy que como siempre entrega a un Charles Xavier impecable y con muchas capas más allá de solo ser el sumo líder y fundador de los X men. La única actuación que realmente rompe con el esquema general es la de Jennifer Lawrence, la cual se nota mucho que está presente solo por contrato y no por que quiera estar en la película. Su Mistique se vuelve insípida y molesta muchas veces y su nulo cambio de actitud entre una emoción a otro en esta entrega se vuelve un enorme contrate a lo que nos había presentado anteriormente con sus actuaciones en las demás entregas.


La banda sonora de Han Zimmer nos hace sentir por momentos dentro de aquel estilo musical de la serie de los años 90. Con composiciones simples que van subiendo a otras que se vuelven una constante para momentos claves. Puede que sea uno de los trabajos más simples del compositor en los últimos años, pero resulta altamente competente con el tipo de historia y esencia que busca transmitir la cinta en gran parte. Igualmente puedo decir que el ritmo que la cinta lleva es correcto. La historia del Dark Phoenix es una que necesita desarrollarse lentamente, profundizar y ver las consecuencias que van  desembocando hasta un punto de quiebre, por lo cual siento que los dos primeros actos se encuentran en un ritmo concreto y estable. Lamentablemente el tercer acto termina siendo un tanto chocante ante lo que busca hacer y lo que entrega finalmente.

Y aquí es donde entramos con los puntos negativos del filme. Lamentablemente uno de los peores puntos de la cinta es el guion. La cinta resiente las regrabaciones que se hicieron, ya que originalmente se notaba que la idea era seguir un poco más el arco del comic, teniendo a Jean Grey como la villana principal. La sub trama de lo D´brain se siente forzada y prácticamente irrelevante en la gran mayoría del filme. Los personajes que conforman esta sub trama que tiene solamente como función hacer una amenaza extra a la formula recae en solo apariciones esporádicas donde sus motivaciones son prácticamente nulas y no existe un desarrollo general en ellos. Prácticamente son un relleno que estorba y quita tiempo a la trama principal.

Siguiendo con esto la re escritura del final de la cinta por órdenes de Disney (ya que estas ocurrieron cuando la compañía ya era prácticamente el nuevo dueño de Fox) por resultar similar y un poco más extravagante a una cinta que estaban a punto de estrenar (Capitana Marvel). Igualmente se dio a conocer que el final fue rescrito porque Jean resultaba ser mucho más poderosa de lo que la capitana marvel. Estas decisiones provocaron que el final se sienta fuera de lugar, sin una conexión real ni ritmo al que llevaba todo el tercer acto. Como resultado nos encontramos con un desenlace anti climático, carente de una batalla final que nos remonta muchísimo al estatus de calidad de cintas de los 2000 como Elecktra o Catwoman. No existe una batalla final, no existe un cierre real y pareciera que todo conlleva a estar como en un inicio.


Ahora otro punto negativo es el maquillaje. Si bien, algunos como los de Bestia y Nightcrawler, el de Mistique resulta muy pobre a comparación de los hechos anteriormente. Se nota la falta de detalle, la tonalidad llega a ser más luminosa de lo que debe ser y en general se ve mal en pantalla. Esto último se debido a que la actriz se negaba a pasar horas para ser maquillada a pesar de tener un contrato firmado. Por lo cual las pocas escenas donde aparece el maquillaje se ve falso.

Y con esto toque un punto que es en verdad molesto y muy sobre puesto. La importancia que se le da a Mistique en la trama es innecesaria. Las acciones del personaje se sienten más como un pretexto para desarrollar una sub trama de culpa en el profesor Xavier, más que algo meramente relevante, por momentos incluso tiene más peso sus actos que los del mismísimo Xavier en la creación de la entidad denominada fénix. Y esto resulta peor en la cinta, debido que a esa constante presencia de importancia quita tiempo en pantalla para brillar a otros personajes del equipo, tales como Storm, Nightcrawler o incluso Magneto. Todo tiende a girar en torno a las palabras del personaje de Lawrence por momentos en lugar de enfocarnos en nuestra amenaza inestable que es la fénix. Simplemente fue un argumento metido de calzador para aprovechar la presencia de Lawrence.

Ya para finalizar solo puedo decir que en cuanto efectos especiales la película se ve bien. No es algo que sobresalga demasiado, pero resultan agradables a la vista. Nunca te sacan de la experiencia al verse demasiado falsos. A esto sumémosle la labor de vestuarios y escenarios que realmente llegan a recrear cosas salidas de los comics de una forma preciosa para los fans. Algo como los trajes de cierta generación, los escenarios de cierto asilo mutante, hasta llegar a emblemáticos destellos que dan referencias a la misma saga de los comics del Dark Phoenix.


En conclusión. X Men: Dark Phoenix es una película mediana. No es la peor cosa que hemos presenciado en la franquicia de los mutantes (Eso fueron sin duda La última batalla y Orígenes Wolverine) pero tampoco es un cierre digno. La cinta se siente faltante de un verdadero clímax y un cierre digno. No esperábamos una adaptación fiel al comic, pero sí que mantuviera la esencia y por momentos lo logra. Toma sus tiempos para contarnos todo y desarrollar la caída de Jean, pero al ser víctima de re escrituras de guiones de último momento y regrabaciones para dejar mejor parada a otra cinta, solo por formar parte del dominio comercial de una nueva compañía.

La cinta entretiene, pero deja a deber en su final. Yo le daría un 6. No es la peor de la franquicia pero sin lugar a duda no va quedar en la memoria de ningún espectador o fan tras unos días de verla. Ahora me despido mis queridos trotamundos de la noche, nos vemos una próxima ocasión. Hasta la próxima.

Comentarios

Entradas populares