Reseña MidSommar: El terror no espera la noche


El cine de terror está constituido de muchas ramas. Desde los legendarios y populares Slashers ochenteros, pasando por las películas de corte psicológico hasta llegar al burdo y básico cine de documental encontrado. Lamentablemente y a pesar de que existe mucha más variedad que los ejemplos antes expuestos, este género se encuentra en un estado de enorme decadencia. El día de hoy vamos a hablar de una cinta que atrajo mucho la atención por ser un trabajo de uno de los últimos directores que sorprendieron al género del terror con una narrativa particular. Hablemos mis queridos visitantes de MidSommar: El terror no espera la noche.

Ari Aster es un nombre que llamo la atención de los amantes del género del terror el año pasado con una película que sin mucha publicidad logro cautivar a los más aferrimos seguidores  del terror. Con Hereditary o El legado del diablo nos encontramos con una cinta que se arriesga ante una cinta de duración considerable y desarrollo lento, si bien Jordan Peele y su Huye había traído de vuelta este tipo de historias al género, Ari nos mostró que podían crearse algo a una escala de mayor duración. Por eso mismo todos esperábamos ver el nuevo proyecto del director que solo teníamos como conocimiento el nombre de MidSommar. Aunque llega a países latino americanos con mucho tiempo de diferencia a cuando fue estrenada en otros lugares, la película resulta tan misteriosa como lo fue en su momento cuando se anunció el mismo proyecto.

La película nos cuenta la premisa De Dani, una chica que tras perder a su familia en una tragedia se ve vuelta dependiente de su actual pareja. Tras una serie de circunstancias la pareja se une a un grupo de amigos para participar en un tipo de festival ritual que se realiza cada 90 años en una remota comunidad de Suecia. Esta pequeña aventura turística lentamente se convertirá en una pesadilla escondida bajo la tranquila naturalidad de una comunidad bella a simple vista. Con esta simple descripción nos presentan una película de horror de una duración de 2 horas con 26 minutos.

Comenzare a tratar la cinta a partir de los puntos positivos puesto que la cinta tiene 2 puntos fuertes que resultan un gran apoyo para el filme y su largo trayecto al que accedemos entregarnos cuando pagamos el boleto de entrada. Pero desde un principio dejare en claro que lamentablemente la hazaña que logro Ari Aster con su anterior cinta no se encuentra dentro de las capas que conforman  MidSommar. El primer gran punto positivo de la cinta y posiblemente por el que valdría la pena ver la película en una pantalla de cine es la dirección artística de fotografía. Es increíble ver el efecto que se logra dentro de una cinta donde la gran mayoría de las cosas siempre se encuentran ocurriendo durante el día, dejando todo a simple vista del espectador y a la vez hace más notorios los detalles importantes para la simbología que maneja la trama y que nos pueden dar pistas del extraño camino que tomando todo.

La fotografía se encuentra repleta de una atmósfera veraniega que logra causar un efecto psicológico en el espectador. La claridad y el encanto del sol dentro de la naturaleza de la comuna logra reflejar la sensación del sofocante calor del verano bajo imágenes que llegan a resultar tan utópico que nos hace pensar que algo anda mal dentro de lo que exploramos. Igualmente la producción logra ser en la mayor parte del tiempo elegante, tratada con cuidado. Cosas como los vestuarios, la construcción de la comuna en la que son recibidos nuestros protagonistas y ciertos elementos que resaltan dentro de esta sociedad utópica son preciosos de ver aunque por momentos llegan a ser simplistas. Pero en eso se encuentra lo interesante, logran que la simpleza se vuelva llamativa y extraña.


El segundo punto fuerte del filme es indudablemente las actuaciones. Si bien, por momentos nos encontramos en el tercer acto con un par de actuaciones un tanto sobre actuadas. En el resto del filme nos topamos con actores que logran volverse los personajes y ser creíbles. Algunos se ganan nuestro odio y otros nuestra empatía y eso hace que nos mantengamos interesados en seguirlos dentro de la festividad a la cual intentan unirse. La química entre el grupo de amigos resulta creíble con todo y las diferencias entre el carácter de los personajes. Igualmente los líderes de esta pequeña sociedad escondida resultan en personajes misteriosos y un poco extraños.

El primer acto de la cinta resulta en un planteamiento interesante y contundente, posiblemente la mejor parte del guion recae dentro de su primer acto. Presentándonos el tema que busca mantenerse a lo largo de la cinta el cual resulta ser La familia. Desde Hereditary el tema de la familia como un eje narrativo es implementado (casi como queriendo volverse el tema recurrente del director). La presentación de los problemas de nuestra protagonista Dani, lo complicado de reflejar las pérdidas humanas y lo importante que pueden ser las amistades como la segunda familia de toda persona. Llega a ser un poco aterrador ver lo potente que resulta presenciar los primeros minutos desde un punto de vista meramente narrativo y psicológico.

Lamentablemente no puedo decir buenas cosas del resto del guion. Mientras que el primer acto nos deja bien cimentados el tema que se desarrollara para llevarnos lentamente a territorios misteriosos y un tanto aterradores (como su nombre lo promete) el segundo acto nos deja atrapados en una trama que resulta un poco confusa en momentos y algo tediosa en otros. Los actores hacen todo lo posible para mantener el interés del público y es posiblemente por ellos que tratamos de quedarnos hasta el final. Cuando entramos al tercer acto la cinta pierde el ritmo y deja de ser una historia misteriosa para intentar arrojar momentos o escenas que buscan ser fuertes para causar impacto a la audiencia. Un intento de gore moderado y giros de tuerca y acontecimientos no tan bien trabajados nos hacen preguntarnos por momentos si debe causarnos miedo, hacernos reír o solo confundirnos más.

La ingeniosa narrativa que nos llevaba a un aterrador climax con Hereditary no existe en MidSommar. Trata de meternos en un estilo de folk horror que durante el principio nos hace creer es posible, pero cuando finalmente buscan revelar que este drama familiar se vuelve en una historia de horror, los elementos básicos se sienten mal planteados y pareciera que la película se transforma en algo que ni ella misma comprende del todo.


El terror en este filme es nulo a pesar de que traten de arrojarnos 2 o 3 escenas de corte incomodo que no pasan de ser momentos que se sienten falsos y resaltan los únicos momentos donde la producción falla y causa el sentimiento de que esto es una farsa en lugar de una historia que podría ocurrirnos como tratan de hacernos creer. Los elementos de golpe que crean el shock en el espectador resultan funcionales solamente para gente que no está acostumbrada al cine sangriento. Gente que tenga dentro de su filmografía cintas como La casa de los mil cuerpos, Evil dead o incluso cintas burlonas como Machete o Planeta Terror sentirán que no hay intensidad en estos momentos. Lo mismo ocurre con las muertes. Lamentablemente MidSommar busca crear misterio sacrificando lo que la gente busca generalmente en un filme de terror, las muertes en su totalidad ocurren fuera de cámara y sin un aparente preparamiento, simplemente ocurren y todo continua como si fuera lo más normal que estos personajes comiencen a dejar de estar presentes en la trama. Lo mismo con ese sentimiento de incomodidad que debería causarnos lo que vemos, no es realmente convincente y en ocasiones la incomodidad no resulta por miedo si no por que se rompe la fantasía ante la falsedad de ciertas decisiones como cierto cántico del tercer acto.

La duración de la película es otro elemento que juega en contra de la cinta. Se siente que la película cuenta con 40 minutos de sobra. Las ideas que tratan de plantear están presentes pero no son exploradas, prefieren enfocarse en maravillar visualmente y buscar diálogos con intenciones de pasar como creativos y elaborados que con relatarnos algo. Una narrativa lenta tiene como función preparar todo para que la que su historia logre evolucionar, lamentablemente en este filme no se siente que ocurra nada.

En el tercer acto ocurre algo peculiar. La película se pierde entre todas las sub tramas. La pérdida familiar, las relaciones toxicas y la dependencia. El miedo a la soledad, el enigmático festival del cual se nos está hablando desde que llegamos a la comuna, las drogas alucinógenas como un escape de la realidad y una débil división entre lo correcto y lo malvado. Son demasiados temas y lamentablemente todos quedan abiertos de un modo u otro. Cuando se nos dice que es inevitable el entrar al punto inquietante todo queda escondido tan bien entre bailes, flores, la luz del sol que resulta demasiado rebuscado encontrar algo en verdad perturbador dentro de una cinta que padece por su naturaleza pretenciosa.

Ya para finalizar solo me queda mencionar que por momentos la película logra crear un pequeño sentimiento de sugestión al grado de cuestionarnos de si las palomitas que consumimos no contienen algún ingrediente alucinógeno. La banda sonora es acorde a lo que tratan de introducirnos y ciertas ocasiones logran hacer que momentos débiles sean más fáciles de llevar por el acompañamiento sonoro. La edición de sonido igualmente se encuentra bien trabajada y que aprovecha perfectamente las capacidades del sonido de una sala de cine.


En conclusión. MidSommar: El terror no espera la noche es una película que busca desesperadamente emular el éxito de Hereditary pero que solamente consigue entregar un producto que no se siente con una identidad del todo propia. Los elementos narrativos llegan y van cambiando por momentos el encanto que trata de crear la historia y desgraciadamente el terror no es más que una promesa que nos hace sentir en una de esas películas de bajo presupuesto que tratan de verse como una experiencia en verdad perturbadora pero no entregan nada en realidad, ni siquiera un susto fácil. Pretenciosa, pesada y con mucho tiempo de sobra hacen que esta cinta sea una propuesta que solo vale la pena verse por su apartado visual y las actuaciones que realmente se esfuerzan por mantenernos interesados. Yo le doy un 4. Bueno, es momento de despedirnos nuevamente mis queridos viajeros nocturnos, nos veremos en una nueva reseña pronto, hasta entonces el viejo Dullahan les desea una buena noche.

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