Reseña: Brightburn: El hijo de la oscuridad


A veces el cine es el mejor exponente para explorar ideas peculiares y que servirían mejor dentro del mundo fílmico. Podemos ser testigos de narrativas visuales increíbles,  argumentos que nos muestran el otro lado de la moneda de un tropo altamente conocido y que puede incluso considerarse perteneciente a una fórmula establecida. Pero así como podemos ver grandes alternativas y experimentos que se quedan en la memoria de los espectadores y cinéfilos, también las hay como esas cintas que buscaron ser diferentes pero lamentablemente no conectaron con su público, no pudieron cumplir lo que prometía su premisa o simplemente no supieron como encaminar sus ideas de una manera entretenida pero detallada para ser analizada. Bienvenidos sean nuevamente mis queridos trotamundos de los páramos nocturnos, esta vez el viejo Dullahan les hablara de un filme recién salido a las pantallas de varios países,  el cual maneja este tipo de filme, uno experimental con un concepto peculiar y llamativo para los espectadores. Pensemos en un mundo donde el altruismo del superhéroe es cuestionado, hablemos pues de Brightburn: Hijo de la oscuridad.

La cinta nos cuenta una trama familiar para todos los amantes de los superhéroes, pero encaminada a un propósito más oscuro e interesante de explorar. ¿Qué pasaría si un niño de otro mundo realizara un aterrizaje de emergencia en la Tierra y en lugar de convertirse en un héroe para la humanidad demostrara ser algo mucho más siniestro? El matrimonio formado por Tori (Elizabeth Banks) y Kyle Breyer (David Denman) siempre ha querido tener un hijo. Cuando deciden criar a Brandon, un niño venido de las estrellas, descubrirán que este posee unas habilidades muy especiales. El problema surgirá cuando se den cuenta de que el niño no usa esos poderes para hacer el bien, ya que el mal comienza a crecer dentro de él. 

Con esta idea arranca Brightburn nos presenta una trama que nos aria recordar un poco a esa serie corta de comics Superboy Prime. La razón de ello es porque técnicamente el concepto nace de una idea similar. ¿Qué pasaría si Superman fuera malo desde sus orígenes? Y aunque ya se abordó el tema con el mencionado Superboy, en el cine esto aún es un terreno fértil y virgen, por lo cual la idea resultaba llamativa, refrescante a la imagen de los superhéroes que ahora se presentaba a una corriente de terror cósmico y suspenso. Lamentablemente la cinta tiende a tomar una serie de decisiones que simplemente nos hace pensar que es un experimento narrativo que resulto difícil de llevar a pantallas. Comencemos desmembrando poco a poco la cinta para que se entienda mejor esto.

Comencemos con el que posiblemente resultara el problema más notorio en su corrida comercial fuera de estados unidos. Como algunos ya sabrán, esta cinta consiguió una clasificación R en su país natal. En Latino América eso recaería en una clasificación C, para mayores de edad. Por lo cual se tomó la decisión de que a varios países la cinta fuera censurada en su contenido en varias escenas para alcanzar una clasificación B-15 (adolescentes y Adultos). Si bien, algunos pensarían que no es un problema, la cinta se siente mutilada indiscriminadamente en los cortes de edición que ni siquiera fueron disimulados en pantalla. Muchas escenas se encuentran completamente cercenadas, haciendo que las secuencias se sientan abruptamente terminadas y en algunos momentos incluso afectando a puntos explicativos de la cinta como cierta escena del granero en la cual se busca enfatizar en el pasado del chico venido de las estrellas, pero al conllevar una pequeña escena gore, esta fue simplemente recortara. 15 minutos, es lo que se ha retirado del metraje para su exhibición fuera de USA para conseguir un mayor número de espectadores.

El segundo punto negativo es sin lugar a duda el guion. La película se siente extrañamente confundida respecto al rumbo que quiere tomar. Si bien, el concepto del chico con super poderes que decide adaptarlos al mal en lugar del bien por ser criado por unos amorosos granjeros sigue ahí, la cinta se enfoca en mostrarte ciertos elementos y diálogos que te hacen sentir que la idea final era otra. Durante toda la cinta se hace mucho énfasis a los insectos y la manera parasitaria en la que funcionan algunos, la mentalidad de colmena, etc. A esto se le agrega la constante necedad de tener tomas donde se enfocan a insectos, debido a que la idea original era la de plantear al personaje de Brandon como un ser con similitud a la mentalidad insecticida, pero finalmente se optó por la idea del superhombre sin moral definida al bien. No sería un problema si hubieran omitido estos constantes momentos donde hacen parecer que los insectos serán importantes pero simplemente son residuos de una trama que no paso la vista de aprobación.


La película resulta demasiado lenta. Tarda demasiado en arrancar y prácticamente todo el primer acto es pura expectativa y nada de contenido meramente importante. Nunca se nos presenta una explicación o referencias al pasado de Brandon y su llegada a la tierra más que una secuencia inicial de no más de 2 minutos. El segundo acto es donde comienza a encontrarse un flujo más activo en su ritmo, con secuencias que tratan de entrar entre el misterio y el terror cósmico, pero nuevamente, estas escenas se ven opacadas por la censura. Algo lamentable porque secuencias como las de la cafetería resultan bien cuidadas, con una fotografía que nos hace sentir ese sentimiento extraño de enfrentarse a algo desconocido y en general a ambientar perfectamente el horror.

Al llegar al tercer acto la película pareciera acelerar su ritmo y tratar de arrojar todo lo que no mostro durante su primera hora de duración. Este ritmo esta desbalanceado al resto de la película pero es aquí, donde finalmente podemos tener esa propuesta que se nos ha intentado vender en todo el filme. Con secuencias tensas y que nos hacen preguntarnos como alguien puede ser corrompido de tal modo. Las escenas finales son intensas en cierto modo, pero al final del día termina dejándonos una sensación extraña.

La falta de constancia en sus acontecimientos y la nula intención de explicarnos un poco sobre nuestro malévolo protagonista hacen sentir al guion groseramente flojo y que no sabe realmente a donde dirigirse. Aunque claro, no todo es malo, dentro del mismo guion se encuentra un análisis peculiar respecto a la dicotomía de los superhéroes y por qué siempre el bien sale resaltando en estos. En Brightburn nos presentan al personaje espejo de un joven Clarck Kent pero llevado por un camino donde la indiferencia emocional y los constantes maltratos por ser inteligente lo llevan a preferir el odio al perdón. ¿Por qué siempre un ser venido de las estrellas y criado por humanos debe elegir ser bueno? Es la temática que aborda y aunque técnicamente la maneja toda la cinta, son la falta de información y la carencia de ver realmente los crímenes de Brandon lo que nos hace sentir que la idea ha sido edulcorada para ser más aceptada en lugar de profundizar en la psicología del personaje.

A esto sumemos una serie de actuaciones olvidables acompañadas de una escritura de personajes sumamente superficial y que por momentos se vuelven totalmente risibles ante las maneras de actuar y tomar decisiones. Es imposible creer que esta pareja pudiera mantener en secreto la naturaleza de Brandon durante 12 años al ver las pésimas decisiones que toman ante situaciones críticas, son un chiste andante y lamentablemente, personajes unidimensionales que nos hacen sentir que estamos nuevamente viendo aquella mal actuada serie llamada Smallville.


En el apartado de los efectos especiales debo decir que se encuentran bien logrados en su mayoría. Claro siempre existirá uno que otro donde pareciera que le falta un par de horas de renderisacion, pero en general es aceptable y ayudan mucho en las secuencias donde Brandon deja salir su lado oscuro predominante. La fotografía resulta regular, no nos entrega nada sorprendente pero se siente bien trabajada con sus tomas externas y algunas en interiores donde ocurren los momentos más densos. Esta dirección es lo que logra causar ese efecto de horror cósmico al contrarrestar la calma de un pueblo pequeño con la locura y la furia de una entidad con poderes ilimitados hasta donde el conocimiento nos permite saber.

Brightburn hijo de la oscuridad es una película que desaprovecha una buena idea que con la dirección correcta y con un guion coherente y que no teme develar los misterios que el mismo plantea, podríamos tener un filme de calidad. Las actuaciones son olvidables como los personajes, el ritmo es lento y por momentos torna a la cinta sumamente aburrida. Las secuencias donde vemos a este malvado ser en acción resultan fugaces pero entretenida, lamentablemente 20 minutos de cinta no compensan 1 hora de tedio desmedido que no lleva a ningún lado al final del día.


Yo le doy un 3. Tiene algunas cosas interesantes pero como dije arriba, no salvan un proyecto que se siente mutilado, incompleto narrativamente y que pareciera más el trabajo de un estudiante de cinematografía que de una persona que se encuentra en las filas de Hollywood. Tal vez en un futuro esta idea pueda concebir un mejor producto que nos entregue lo que los trailers nos prometieron, pero de momento esta es una experiencia que será mejor pasar de ella. Nos vemos, hasta la próxima, el viejo Dullahan los estará esperando

Comentarios

  1. Venga, que lastima :/ yo le tenia ganas, pero pues como la pintas nomas no
    solo falta que godzilla y joker si cumplan el hype que me tienen

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