Reseña Wonder Woman 1984

Un nuevo año a dado inicio y con el su viejo amigo a vuelto a las andadas para proporcionarles un espacio donde puedan tomar una opinión critica sobre algún filme, serie, libro, etc. que deseen  revisar o simplemente su interés por conocer cosas a partir de las reseñas de este humilde espacio que a quedado un poco empolvado desde noviembre del año pasado. Bien reanimemos todo hablando de uno de los estrenos fuertes que cerraron el 2020 en cuanto materia de cine. Es hora de abordar una cinta que esta dando mucho de que hablar, hablemos de Wonder Woman 1984. 

No es un secreto que una de las grandes producciones que mas esperaba el publico el año pasado era la secuela de Wonder Woman (una de las primeras en plantar el pie derecho dentro del apresurado DC Cinematic Universe Extended). La decisión de que la directora Paty Jenkins volviera a la silla del director al igual que en el guion hizo a los espectadores tener altas expectativas tras el buen trabajo de la primera entrega. Lamentablemente por la situación del Covid-19 la cinta se estuvo retrasando infinidad de veces hasta que finalmente vio la luz en un par de países en cines y el 25 de diciembre fue estrenada en Estados Unidos por medio de la plataforma HBO Max. Pero la interrogante sobre la calidad de esta secuela se hace mayor ante algunas reacciones del publico en general que parece encontrarse dividido respecto a la película ¿Una digna secuela o un tropiezo enorme con un personaje bien aceptado anteriormente?

Comenzare hablando a pequeños rasgos de el punto que mas divide al publico y esta es la trama. La cinta nos pone en el año que la cinta lleva en su titulo mostrándonos a una Diana que a madurado con el mundo moderno tras los eventos de la primera cinta. Vuelta una heroína anónima y con un trabajo en uno de los museos mas importantes de América, Diana se encontrara con un misterioso objeto que es buscado por un poderoso empresario el cual podría significar la destrucción de todo lo que conocemos. Como pueden ver la película tiene una premisa muy mediana y que si entro a términos mayores (que involucrarían spoilers) parecería como si esta historia de Wonder Woman se encontrará invadida por la historia de la mano de mono de W.W. Jacobs. Si bien, los elementos mágicos siempre han sido una constante en el mundo de Wonder Woman, la implementación de este elemento como eje central hace sentir a la cinta una experiencia mas enfocada en la fantasía que en una cinta de superheroes

El guion tiene un tono que contrasta bastante con su entrega anterior que estaba mas enfocada en la acción y la aventura. Esta secuela forma su camino bajo el drama y conflictos mas personales relegando la acción a una dosis menor (cosa que no agradara a los que buscan una cinta con grandes y constantes batallas). Si bien, existen algunas secuencias que llegan a ser muy entretenidas en el aspecto visual, la mayor parte del tiempo nos enfocaremos en la evolución de 3 personajes. Diana que tras cierto acontecimiento ira forjando una de las mas grandes virtudes del personajes "el sacrificio de sus deseos ante un bien mayor". Por otro lado tenemos al villano principal  Maxwell Lord que nos presentara un lento y bien estructurado descenso a la locura ante el deseo del poder y finalmente una bien evolucionada Bárbara Minerva (Chettah) que nos lleva desde el punto mas bajo de una persona que es prácticamente invisible para los demás hasta ver como es corrompida por el miedo de perderlo todo y volver al punto de inicio. Los 3 personajes principales son bien estructurados y desarrollados con el debido tiempo, pero esto conlleva a sacrificar el enfoque básico del cine de superheroes. 

Lamentablemente no todo es perfecto en esta estructura de desarrollo de personajes, pues mientras el primer y segundo acto parecen estar mayormente bien encaminados, el tercer acto termina apresurando muchas cosas, causando que uno de estos personajes pierda una parte del buen trabajo que había estado llevando. A esto sumemos que el guion se encuentra plagado de clichés que se podría catalogar como meramente ochenteros que si bien pueden ser un problema también pueden funcionar bajo ciertos métodos, pero de eso hablare mas adelante.

Las actuaciones son en mayoría buenas. Kristen Wiig por ejemplo nos entrega una actuación que llena de vitalidad un personaje que pasa por muchos cambios como lo es Bárbara Minerva, desde su punto mas bajo hasta el momento final ella logra hacer un buen trabajo a pesar de ser la que tiene mas complicaciones con su personaje en el tercer acto. Gaal Gadot repite el encantador trabajo hecho en la entrega pasada pero lamentablemente Chris Pine resalta de mala forma en varios momentos que comparten y aunque la química de la entrega anterior sigue, el guion desfavorece a su Steve Trevor que es relegado a solo ser el elemento cómico y cursi. Finalmente Pedro Pascal es quien sin dudar alguna se roba la película ya que su interpretación es comprometida al grado de volver completamente suyo a Maxwell Lord. Cada dialogo y acción sin importar que tan profunda o incluso estúpida pueda ser (tiene un par de momentos risibles pero creíbles) logra hacerla sentir genuina e incluso llega a resaltar mas que la misma Gadot en momentos.

Lamentablemente otro punto débil del filme es una enorme tendencia que tiene a desaprovechar oportunidades en el tercer acto. Tanto el origen de Chettah como la armadura que tanto lucieran en posters y trailers durante la promoción del filme son horriblemente implementadas. Con la armadura no se respetan sus funciones mas básicas y en lugar de ser un power up final (como buen cliche ochentero) solo se vuelve un aspecto estético que no sirve para nada realmente en la trama. Con Chettah un personaje tan bien desarrollado se viene abajo por anticlimático momento para presentar su nuevo aspecto y el como culmina este momento que mas que emocionar se vuelve confuso.

En cuanto efectos especiales la cinta es muy irregular. En algunos momentos hay secuencias espectaculares (un ejemplo la pelea del tercer acto) pero en otros llegan a sentirse baratos e incluso ridículos. Es aquí donde retomamos el asunto del tono del filme y la gran virtud y a la vez defecto del guion. La cinta no solo esta plagada de clichés de los años 80, todo pareciera pertenecer a la época en lugar de solo tener la estética. Una gran cantidad de efectos especiales, las tonalidades e incluso el tono cursi y rosa de la cinta se sienten pertenecientes a la época o incluso al tono que tenia la serie de Wonder Woman estelarizada en los 80 por Linda Carter. A grandes rasgos esto es una labor en verdad cuidada pues, aunque hay efectos especiales mejores que si resaltan la vanguardia tecnológicos hay otros que rayan en el ámbito televisivo al estilo de Súper Agente 86 y la mujer maravilla donde alguien corre mientras el fondo se mueve causando un efecto sobrepuesto en el momento. De la misma forma las ideologías, modas y actitudes de la década se sienten naturales. En el lado positivo Paty Jenkins logra transportarnos a una producción ochentera y eso pocas veces se logra este nivel, pero por el lado malo hace que la película se sienta vieja y que su tono nos recuerde mas a las cintas de Superman de Christopher Reeves que a la Wonder Woman de 2015.

Algo de lo cual honestamente quede sorprendido es de la forma en que la cinta oculta la critica política ya que esta es bastante severa pero no desentona nunca dentro de la cinta. Desde los conflictos entre naciones por territorios hasta una muy marcada a Donald Trump con el personaje de Pedro Pascal, el cual pareciera reflejar la situación actual de Trump desde un ámbito político como empresarial y así hay otros cuantos detalles que pueden llamar la atención.

La banda sonora es regular y aunque acompaña muy bien la cinta no logra resaltar en ningún momento por una nueva composición, esto la hace sentir un tanto intrascendente a comparación de la poderosa banda sonora de su predecesora. Y ya para finalizar, solo queda mencionar existe una escena post créditos que puede ser una bella sorpresa para los fans mas viejos del personaje.

En conclusión, Wonder Woman 1984 es una buena película pero que no supera a su predecesora y que lamentablemente tiende a no saber balancear su contenido. El tercer acto es un desastre y que aunque tiene una resolución interesante esta plagado de agujeros de guion que lo hacen sentir un tanto inverosímil. Se extrañan las secuencias de acción mas elaboradas pero a la vez se agradecen las escrituras evolutivas de los personajes principales que es lo que realmente termina volviendo entretenido ver la película. Yo le doy un 7.5 - una cinta palomera y con un tono mas familiar pero que se queda un poco abajo del otro filme familiar de DC (Shazam). Bueno es hora de despedirnos mis queridos visitantes, pero pronto volveré con otra reseña de otro film que se estrenara en plataformas de streaming esta navidad, nos vemos pronto.